martes, 20 de julio de 2010

"LOS REYES DE LA RISA" Metropolitan 1

Tuve la oportunidad de asistir a la función de Prensa de la obra teatral "Los Reyes de la Risa" de Neil Simon, con la actuación de ALFREDO ALCON, GUILLERMO FRANCELLA y PETO MENAHEM, bajo la dirección de Daniel Veronese. Como es de costumbre, después de esperar mas de una hora para que comience la función, se van apagando las luces y comienza a subir el telón aparece una escenografía impresionante en la cual ya esta ubicado en escena el señor Alfredo Alcón, lo cual hace que exploten aplausos desde la platea. Vemos a un Alcón interpretando a un actor muy viejo, desalineado, cascarrabias y decadente. Luego de la primer escena entre Alcón y Peto Menahem con actuaciones muy acertadas y cómicas, vemos entrar a un Francella (nuevamente aplausos) componiendo a un actor viejo, en decadencia pero entero y jovial. A partir de ahi podemos anticipar que vamos a ver un espectáculo digno. Hasta aca, todo muy lindo, es como un duelo de actuaciones entre los protagonistas salpicado con las brillantes intervenciones del muy buen actor PETO MENAHEM, pero a medida que va trasncurriendo la obra, lamentablemente Alfredo Alcón se trasnforma en el padre que componía en Rey Lear con la diferencia que de vivir en la Bretaña del Siglo VIII A.C ahora se encuentra en un monoambiente de New York y no es tan rey. Francella deja de lado al viejo melancólico y encorvado, que se sostiene con un bastón y comienza con sus tradicionales tips que no tienen absolutamente nada que ver con la obra... a tal punto que maneja el bastón como si fuera un paraguas cerrado... pero que obviamente todo el público se los festeja... La escena de la grabación en el estudio de televisión, en ese reencuentro tan esperado de los dos mejores comicos que hacía 10 años que no se hablan vuelven a juntarse para este fin, es lo mas flojo de toda la obra y produce un bachecito importante que cuesta levantar y hace que el final algo previsible, típico de las obras de Simon, tan revelador, nostálgico y melancólico, no logre llegar al clima necesario. Lo que respecta a la ficha técnica, como nos tiene acostumbrado ELI SIRLIN diseñó una iluminación justa y precisa para la obra. Es de destacar tambien la escenografia de ALBERTO NEGRIN que nos traslada del monoambiente al estudio de television y al reves con una precision exacta. Lo que no puedo dejar de subrayar es que me sorprendió ver a DANIEL VERONESE dirigieendo una obra de teatro con el estilo del teatro convencional totalmente alejado de sus obras abstractas y de imágenes. Es un espectaculo teatralmente correcto. Recomendable para las personas que les guste el teatro , que gustan del viejo teatro, pero con mucha estética. Mi puntaje es un 7,50. Hasta mi próxima mirada...